Ahora, un equipo de investigadores encabezado por Masashi Hasegawa, de la Universidad de Kobe (Japón), ha puesto en claro parte de ese mecanismo, lo que constituye otro paso, no solo para la comprensión de la fotosíntesis de las plantas verdes, sino también en el desarrollo de una fotosíntesis artificial. La fotosíntesis artificial no solo eliminaría dióxido de carbono de la atmósfera, también produciría energía química a bajo coste, algo que puede resultar crítico para combatir el cambio climático.
Sobre el autor: César Tomé López es divulgador científico y editor de Mapping Ignorance
Este texto es una colaboración del Cuaderno de Cultura Científica con Next
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